En las oficinas de Morena anda circulando una carta firmada por el zacatecano Ricardo Monreal, en la que exige a la dirigencia de su partido dejar sin sanción a los seis diputados locales que se abstuvieron de vetar el Presupuesto 2017 para la CDMX.
Habrá que recordar que a finales de diciembre, cuando la Asamblea Legislativa del DF discutía la Ley de Ingresos y Egresos enviada por Miguel Ángel Mancera, la fracción de Morena se dividió; aunque la mayoría votó contra la aprobación, seis se abstuvieron.
Los diputados Aleida Alavez, Juan Jesús Briones, Darío Carrasco, Juana María Juárez, Néstor Núñez y Luciano Tlacomulco —todos identificados con Monreal— se negaron a acatar la orden de su coordinador, César Arnulfo
Cravioto, de votar en contra.
Se dijo que la negativa para acatar esa orden fue porque su jefe, el delegado en Cuauhtémoc, había negociado por su cuenta con el gobierno y las fracciones legislativas de Donceles para que su demarcación fuera bien tratada, a cambio de eliminar vetos.
A raíz de eso y acusados de violar los estatutos del partido, la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena inició una investigación en contra de los rebeldes, que podrían ser amonestados, suspendidos en sus derechos o, de plano, expulsados.
Ante ese panorama, a la sede de Morena llegó hace unas semanas una carta de Monreal en la que hace una defensa de sus diputados, donde, entre otras cosas —dicen quienes la vieron—, argumenta que no se puede castigar la libertad de expresión y de pensamiento.
El tema viene a cuento porque el partido ya tendría que dar a conocer la sanción a los seis diputados, justo ahora que hay una fuerte disputa entre el delegado en Cuauhtémoc y la delegada en Tlalpan, Claudia Sheinbaum, por la candidatura al gobierno de la CDMX.
A eso habría que agregar la embestida muy personal que Batres enderezó contra Monreal al interior de Morena, y todo por la misma candidatura.
El partido de Andrés Manuel López Obrador debe pensar muy bien si castiga o no a sus seis diputados locales, porque, si así sucede, también lo tendría que hacer con los tres delegados políticos que se decantaron por Sheinbaum como candidata para el 18.
Y es que los mismos estatutos por los que quieren sancionar a los legisladores, aseguran algunos, prohíben también a un funcionario público manifestarse en favor o en contra de otro, tal como lo hicieron los delegados de Tláhuac, Xochimilco y Azcapotzalco.
Y al parecer Rigoberto Salgado, Avelino Méndez y Pablo Moctezuma tendrían que ser investigados de oficio y, muy probablemente, sancionados… claro, si fueran parejos en ese partido.
Por cierto, esos delegados morenos —incluyendo a Sheinbaum— pactaron ayer apoyar a la panista Xóchitl Gálvez en Miguel Hidalgo.
No es que esté mal su accionar, al contrario, pero habrá que ver si a los dirigentes del partido les parece que sus funcionarios anden de la mano con una gobernante de derecha que fue integrante del gabinete “espurio” de Felipe Calderón.
Ya ven que luego el viejito amanece de malas y le da por desconocer a todos.
CENTAVITOS… La ALDF rindió un homenaje a directivos y trabajadores de Excélsior por sus primeros cien años de vida y estuvieron casi todos los diputados importantes, aunque sí se notó la ausencia de uno de los coordinadores: el panista Jorge Romero, que seguramente tuvo algo mejor que hacer.
http://www.excelsior.com.mx/opinion/adrian-rueda/2017/03/28/1154440
