Connect with us

Capital Político

Rigo hace trizas a Morena

Published

on

La implicación del delegado Rigoberto Salgado con los hechos delictivos de Tláhuac pegó de lleno no sólo en el corazón de Morena, sino, de manera colateral, a los aspirantes a gobernar la CDMX en 2018.

El hecho de que públicamente se sospeche que Salgado haya tenido no sólo conocimiento de la existencia, sino hasta de apoyo político del grupo criminal que encabezaba Felipe de Jesús Pérez Luna en esa demarcación, pone contra la pared al partido.

Primero, porque se viene a sumar a la serie de denuncias acerca de que Morena ha sido invadido por auténticos pillos, a los que la purificación de Andrés Manuel López Obrador no les ha impedido seguir en su camino de corrupción.

El operativo en que la Marina dio muerte a El Ojos dejó petrificado no sólo al delegado, que tardó una semana en reaccionar, sino a toda la dirigencia de Morena, que decidió esconder la cabeza mientras se calmaban las aguas.

La situación del partido de El Peje no es, en la actualidad, la mejor en la capital —donde tiene su bastión—, pues en tan sólo dos años como gobierno en delegaciones capitalinas ha demostrado que no es muy diferente al PRD, de donde salieron huyendo.

Aún no tienen el poder absoluto que pretenden y, en un lapso muy corto de tiempo, ya demostraron que no son una opción real para acabar con la crisis y la corrupción; es más, que están bien metidos en la corrupción.

Eso le pega al discurso de honestidad que quieren vender a los capitalinos, pues quienes en un principio se los habían comprado empiezan a dejar de creerles ante los continuos escándalos que acumulan con rapidez.

El caso de Tláhuac es especialmente importante para Morena porque se da en una delegación de la CDMX y no en un municipio perdido en algún recóndito lugar donde nadie vigile.

¿Ése es el cambio que ofrecen?

Muy tarde empiezan a operar su control de daños, con una estrategia tan vieja y conocida que hasta el PRD se la sabe: involucrar a las autoridades para darle la vuelta al asunto y politizarlo.

Por eso los llamados en la ALDF a que comparezca el secretario de Seguridad Pública, Hiram Almeida, para que explique la vigilancia en Tláhuac. O la petición de que Miguel Ángel Mancera regrese a la CDMX las patrullas que regaló por el país.

Por eso también la petición de que la Procuraduría de Justicia diga si Salgadoestá ligado al difunto Ojos. O la declaración del propio delegado en el sentido de que a los mototaxistas —usados como halcones— los regula la Semovi, no la delegación.

Quieren construir a su víctima en la persona de Rigoberto y arrastrar a Mancera y a su principal operador político, Héctor Serrano, como en su momento hicieron con los 43 estudiantes de Ayotzinapa, cuya tragedia le endilgaron al gobierno federal.

Sólo que no contaban con la habilidad de Serrano para desmarcarse de inmediato y anunciar que los mototaxistas son ilegales y que van tras ellos. Y que en la ALDF operó para que ningún funcionario de Mancera comparezca.

El caso Tláhuac pegó de tres bandas a los morenos.

CENTAVITOS... Y para no salir del tema, otra víctima colateral es la delegada en Tlalpan, Claudia Sheinbaum, pues habrá que recordar que Salgado es uno de los tres delegados de Morena que públicamente la apoyan para llegar a la candidatura de la CDMX el año entrante. Además del beso del diablo que le da, si le cortan su cadena de mototaxis, Rigo quedará minado para el operativo electoral de 2018 en su delegación.

http://www.excelsior.com.mx/opinion/adrian-rueda/2017/07/27/1178046

Los influyentes

Twitter

Facebook

Advertisement Post/page sidebar widget area

Recientes