Si los neomorenos tenían ilusiones de ser tomados en cuenta para algunas de las principales candidaturas del partido de Andrés Manuel López Obrador en la CDMX, se equivocaron.
Muchos perredistas que veían cómo el sol azteca dejaba de iluminar sus carreras políticas decidieron dar el chapulinazo a Morena, donde pensaron que sus fundadores los estarían esperando con los brazos abiertos para hacerlos candidatos.
Tremendo frentazo se llevaron el fin de semana en el Consejo Estatal, pues comprobaron que quienes fueron sus gatos en los gobiernos del PRD, ahora son sus patrones y no los dejaron pasar.
Los casos más emblemáticos —y hasta tristes— son los de Vidal Llerenas y Mario Delgado, dos excolaboradores de Marcelo Ebrard que fueron bajados de las listas para alcalde de Azcapotzalco y gobernador de la CDMX, respectivamente.
Quizá el caso de Llerenas sea injusto, pues en 2015 decidió salir del PRD y competir por el octavo distrito federal de la capital en las filas de Morena, cuando nadie daba posibilidades al partido de López Obrador.
Al menos el legislador merecía competir, pero ni siquiera fue incluido en la terna que será encuestada.
El caso de Delgado es distinto, pues cómodamente llegó al Senado en 2012 cuando el PRD dominaba la ciudad, y decidió dar el brinco a Morena cuando el partido ya estaba armado y había ganado la mayoría de votos en la capital.
De última hora el senador se anotó para la contienda por la CDMX y su actuación fue francamente ridícula. Sólo 4 de 268 consejeros lo apoyaron, aunque insiste en irle a llorar a El Peje para que ordene inscribirlo.
Sabe que no tiene el menor chance de ganar, pero como el cargo de senador se le acabará pronto y no tiene chance de una diputación, busca anotarse para luego ser considerado en el gobierno, en caso de que ganen los morenos.
Pero, si hubo marcelistas ninguneados, los experredistas que recién cambiaron de camiseta no cantaron mal las rancheras.
Si no que le pregunten a Leticia Quezada, exdelegada en Magdalena Contreras, que no conforme con perder su delegación y hasta su propio distrito en 2015, se anotó de nuevo como aspirante a esa delegación y fue barrida.
Parece que Lety tiene que entender que los contrerenses no sólo no la quieren; la detestan.
Ni qué decir de los exdelegados Armando Quintero, en Iztacalco; Faustino Soto, en Xochimilco, y Francisco Chíguil, en GAM, que también fueron ninguneados.
¿Qué sentirán que mejor un expanista y expanalista como el mueblero Fadlala Akabani, quien, incluso, trabajó con Vicente Fox, haya arrollado como aspirante moreno en Benito Juárez, donde por cierto ya gobernó?
De pena ajena, pero aún les queda el Consejo del próximo fin de semana, cuando los morenos definan sus candidaturas a diputados locales y federales por la CDMX.
¡Suerte para esa tómbola!
CENTAVITOS… La tremenda Corte de Justicia de la Nación define hoy qué tan legal es la flamante Constitución Política de la CDMX —al menos, en el apartado que tiene que ver con lo electoral— y la mayoría apuesta doble contra sencillo que le dará palo a la propuesta original de Miguel Ángel Mancera en esta materia, operada bastante mal por los aliados de Leonel Luna en la Asamblea Legislativa del DF. Y, como el inicio del proceso electoral de 2018 está a la vuelta de la esquina, seguramente en Donceles tendrán que trabajar contra reloj para hacer las correcciones a las planas que hicieron mal. Ojalá les dé su cabecita.
http://www.excelsior.com.mx/opinion/adrian-rueda/2017/08/14/1181495
