Después del relevo en la dirigencia nacional del PRI, el candidato de la coalición Todos por México (PRI, PVEM y PANAL) fue arropado por los líderes de las organizaciones del partido tricolor y sus bases.
Meade, que había sido muy cuidadoso en mantener cierta distancia del PRI asumiéndose como el candidato ciudadano y no priista, dejó de ser un híbrido para convocar al priismo a “jugársela a muerte” para ganar la elección.
Y con cierta prisa concedió dos entrevistas colectivas de televisión, una en Televisa y otra en Milenio TV, donde fue bombardeado con preguntas por los periodistas que le cuestionaron sobre todo los temas de corrupción en el Gobierno de Enrique Peña Nieto, del que fue Secretario de Relaciones Exteriores, de Desarrollo Social y de Hacienda.
En las entrevistas asumió una actitud más “enjundiosa” a decir de los periodistas, con la que rebatía a sus interlocutores con interrupciones precedidas de un “pérame” -que se hizo viral-, manoteando, tocando los brazos de los periodistas con el fin de frenarlos en sus alocuciones para que le permitieran responder los cuestionamientos.
Se le vio “echado pa´delante” defendiendo sus propuestas aunque siempre atacando, a veces en demasía, a AMLO, candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, y quien lleva la delantera en las encuestas electorales. Pero también se le vio con el rostro desencajado por los duros cuestionamientos.
Pero en su metamorfosis, Meade no sólo cambió su “look” ni su estilo, sino su discurso, al alejarse del tono tecnócrata y acercarse más al del populismo, pues en un evento por el Día de las Madres, ofreció un apoyo de mil 200 pesos mensuales para las madres solteras.
UNA PROPUESTA MUY PARECIDA AL SALARIO ROSA QUE EL AÑO PASADO OFRECIÓEL PRI DURANTE LA ELECCIÓN POR EL GOBIERNO DEL ESTADO DE MÉXICO Y QUE FUE MUY CUESTIONADA POR “POPULISTA”.
Esto se suma a las promesas que el abanderado de la alianza PRI, PVEM y PANAL, también hizo en su relanzamiento de campaña, cuando se comprometió a ampliar el programa Prospera triplicando el apoyo a familias con un integrante discapacitado y dando becas al 100 por ciento a jóvenes en preparatoria que pertenezcan a ese programa.
Y aunque tuvo un evento en Tijuana, desde donde condenó la intención del gobierno del presidente de EU, Donald Trump, de construir un muro; y otro, en la huasteca potosina, fue hasta el domingo donde se le volvió a ver enfundado en su chaleco rojo. Fue arropado por los priistas del Estado de México, encabezados por el Gobernador Alfredo Del Mazo. Entre banderas blancas con el logotipo del PRI, en un mitin en Naucalpan, recordó que hace un año ese partido ganó en la entidad y que fue un voto por la certidumbre y la confianza. Y equiparó esa elección con la que se disputará el 1 de julio.
Y, asumiéndose plenamente como el candidato de los priistas, cerró el evento con un “¡Vamos a ganar esta elección! Ustedes y nosotros juntos, coordinados con un priismo vivo”.
