Han pasado dos meses de las elecciones que prácticamente ganaron en todo el país y a los candidatos de Morena no les cae el veinte de que ya dejaron de ser oposición y, peor aún, que la época de campañas ya terminó.
Al arrancar los respectivos periodos en las cámaras de Diputados y de Senadores, los morenos mostraron el cobre y lanzaron vítores a Andrés Manuel López Obrador, como si hicieran falta; no es necesario legitimar su triunfo, nadie se los discute.
Hasta parece que los pejistas no se sienten cómodos siendo gobierno; como que les hace falta tener enfrente a La Mafia en el Poder o a un Presidente del bando político contrario para lanzarle puyas.
Por un lado, López Obrador hace un llamado a la pacificación, jurando y perjurando que a él no le mueve la venganza, sino la justicia; por el otro, sus líderes camerales sacan la cachiporra y agreden a sus rivales políticos.
La gente esperaría un poco más de altura en los nuevos líderes morenos, pero tal parece que no les cae el veinte de que ahora son gobierno, no oposición, y que, en lugar de realizar actos panfletarios, tienen que elevar el nivel del debate y marcar el rumbo del país.
En la instalación del Congreso de la Unión, los líderes morenos que coordinarán la Cámara de Diputados se enfocaron en lanzar ataques al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, del que lo menos que dijeron es que les heredará un cochinero de país.
Y en el Senado estuvo un tantito peor, pues el encargado de tomar la palabra en sesión inaugural por parte del PRD era Miguel Ángel Mancera —su coordinador—, pero al saber que sería impugnado en la tribuna, prefirió ceder su lugar al diputado Ricardo Gallardo.
Todo el mundo puede entender que, luego de su arrollador triunfo, los morenosestán en lo más alto de la soberbia y quieran hacer talco a los perredistas, priistas y panistas, pero ahora tienen una responsabilidad mayor.
La ciudadanía los eligió para que fueran gobierno, no para que siguieran en campaña, como si las elecciones no hubieran terminado.
No pueden dedicarse a atacar al PRI, al PAN o al PRD tan sólo porque antes de que ellos ganaran gobernaban las principales posiciones en el país. Hoy tienen la responsabilidad de gobernar, y quienes votaron por ellos lo mínimo que quieren es escuchar propuestas.
Ya no hace falta estar repitiendo lo que los anteriores gobiernos hicieron mal, pues precisamente por ello los votantes los castigaron y optaron por Morena. Hace que digan qué van a hacer, precisamente para corregir todos los errores que se cometieron.
Es claro que a los morenos aún no les cae el veinte de que ganaron, o tienen pavor de tomar la responsabilidad no sólo de ser gobierno, sino de hacerlo bien porque tuvieron todo el apoyo ciudadano.
CENTAVITOS… Los panistas de la capital celebrarán mañana su primera reunión plenaria rumbo al Congreso de la Ciudad de México, y es muy probable que vayan
delineado el nombre de quién los coordinará a partir de la segunda quincena de septiembre en Donceles. Los nombres que desde el principio se filtraron como posibles coordinadores siguen en el papel, aunque todo apunta a que los panistas ya se decidieron por Mauricio Tabe para pastorear al rebaño azul. Mauricio ya renunció a la dirigencia local del PAN y, como Jorge Romero se quedó sin lo que quería en San Lázaro, seguramente impondrá al futuro coordinador en el primer Congreso, y desde hace tres años el puesto se lo prometió a Tabe.
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