Cuando eran oposición, los militantes de Morena criticaban todo lo que oliera a chanchullo y culpaban a La mafia del poder o al PRIAN de estafar a los ciudadanos mediante acuerdos “en lo oscurito”, mismos que al parecer ellos ya están institucionalizando.
Primero fue en el Senado de la República, donde no tuvieron el menor empacho de violar la ley para repetir una votación que había negado la licencia al senador Manuel Velasco para regresar de interino a Chiapas; la repitieron y la aprobaron, mala señal.
Al mismo tiempo hicieron una compra “de regalo”, según la calificó el diputado Arturo Escobar, al adquirir a cinco legisladores del Verde a fin de integrarlos a Morena y con ello lograr la mayoría calificada para apoderarse del control absoluto del Congreso.
No conformes con ello, al inaugurar ayer el Primer Congreso de la CDMX, los morenos hicieron gala de toda su inmoralidad para aplastar a la oposición y ofrecer dádivas a sus aliados.
Muy temprano se informó que, como se había adelantado, Morena pasaría a algunos diputados a otras fracciones para hacerlas fuertes y utilizarlas como satélites en el Congreso. Para empezar, enviaron a Jesús Martín del Campo, Lilia Sarmiento y a la hasta ayer priista Leonor Gómez Otegui a la fracción del PT, con lo que ese partido llegó a seis curules y pudo desplazar de la presidencia de la Mesa Directiva al PRD.
Al mismo tiempo que le dieron un bajón a los perredistas, golpearon al PRI, pues le quitaron una diputada y los dejaron con cinco, enviándolos al quinto lugar de la fila.
Pero no conforme con ello, los morenos cedieron a su diputado Fernando Aboites al PES, para completar dos y poder ser fracción, con acceso a recursos y a la Junta de Coordinación Política.
La jugada contradice no sólo lo que siempre criticaron los morenos, sino también el discurso en tribuna de su coordinadora, Ernestina Godoy, quien criticó los agandalles y las prácticas antidemocráticas de antaño.
La primera sesión, que fue de estreno, acabó en un auténtico cochinero que deja muy clara la política de aplastamiento que impondrán en Donceles los pejistas. Además de cerrarle el paso al PRD y al PRI en la Mesa Directiva que dirigirá los trabajos, le dio al PES respiración artificial y acceso a los jugosos recursos que, ahora como fracción de dos diputados, podrán cobrar cada mes. También les representa otro voto a favor en la Junta de Coordinación Política y no se diga en el pleno, donde no tendrán ninguna necesidad de ganar el debate; basta con echar la carrocería para aplastar a sus rivales. Ésa es la nueva cara de Morena.
CENTAVITOS… Vaya caso el de la ahora expriista Leonor Gómez, quien apenas ayer participó activamente en el chat de los diputados tricolores y hoy amaneció como nueva petista con piel morena. No se trata de cualquier desconocida, sino de la esposa del presidente de la Fundación Colosio y representante del PRI ante el Instituto Electoral de la capital, René Muñoz, e iba a ser la vicecoordinadora. La traición es de alto grado, pues por darle a Gómez el Distrito 12 local, uno de los más priistas en la CDMX, Dunia Ludlow renunció al partido… Quienes se cayeron para arriba fueron dos mujeres expriistas que al final entraron por el PVEM, sin esperarlo siquiera. La carambola que provocó el nuevo reparto de curules plurinominales en Donceles le dio a Teresa Ramos la coordinación Verde en lugar de Chucho Sesma; la otra beneficiada fue Alessandra Rojo de la Vega, otra priista de bajo perfil que llegó de carambola y quien es cercanísima a Arturo Escobar.
https://www.excelsior.com.mx/opinion/adrian-rueda/consuma-morena-chicanada-en-donceles/1265761
