Ernesto Osorio
“Estamos a unos días de quedarnos secos” ¿Será?
La verdad es que el anuncio de un megacorte de agua en el Valle de México ha sido más bien una estrategia política que los diferentes niveles de gobierno han aprovechado para “jalar más agua a su molino”.
En días recientes escuché al titular del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, Ramón Aguirre, decir que el famoso anuncio del megacorte de agua se “filtró” a los medios desde agosto pasado, después de una reunión que sostuvo con los alcaldes -entonces electos- para explicarles que la Comisión Nacional del Agua planeaba dar mantenimiento mayor al Sistema Cutzamala.
En ese momento no se conocían los alcances que podrían tener esos trabajos, y cada quien especuló según su conveniencia. En un principio algunos alcaldes decían que serían 13 de las 16 demarcaciones las que resentirían el impacto del corte, que en cuatro de ellas sería total y que la suspensión duraría hasta diez días.
El chisme corrió como reguero de pólvora y la advertencia de que a finales de este mes poco más de la tercera parte de los capitalinos quedaríamos sin agua se hizo tendencia viral en las redes sociales. La población comenzó a realizar compras de pánico de botellones y tambos de agua para enfrentar lo que sería una crisis hídrica de dimensiones inimaginables.
El Gobierno de la Ciudad de México fue el primero en intervenir y lanzó una campaña de prevención para ahorrar agua; llamó a la calma, pero ya para entonces diputados, alcaldes y servidores públicos daban su propia versión sobre la contingencia y todo fue pura contradicción.
La Alcaldesa en Iztapalapa, Clara Brugada (Morena), por ejemplo, refirió que nos enfrentaríamos a una crisis sin precedente en materia hídrica, y prometió que en su administración pondrá punto final al problema de la falta de agua. Por su parte, el Congreso de la Ciudad de México llamó al titular del Sistema de Aguas para que explicara los alcances reales de esta suspensión. Hasta entonces fue cuando Ramón Aguirre aclaró a los legisladores que el corte sólo sería total en dos demarcaciones (Miguel Hidalgo y Cuauhtémoc) y que la afectación sería sólo de 3 días.
Por cierto, cuando explicaba técnicamente en qué consistirían los trabajos de mantenimiento, los diputados de Morena Carlos Mirón y Carlos Alonso Castillo enfrentaron al funcionario para cuestionarle por detalles técnicos que ya había explicado y acusar el uso clientelar que hace de las pipas el gobierno del PRD en Coyoacán.
El funcionario entró al terreno de la confrontación también y de manera irrespetuosa se mofó de los legisladores, los cuales abandonaron ofendidos la mesa de trabajo dejando las dudas pendientes.
Resulta lamentable que tratándose de un tema tan delicado como es el suministro de agua a la población, nuestros representantes y autoridades actúen irresponsablemente y nos cancelen el derecho a estar objetivamente informados.
El derecho a la información está consagrado en nuestra Constitución Política y tiene que ver con recibir de nuestros representantes y gobernantes información objetiva, oportuna, completa y clara para todas las personas, sin exclusión alguna.
¿Es acaso objetiva la alcaldesa en Iztapalapa cuando promete resolver el problema del agua sin ofrecer detalles?; ¿actúa de manera responsable el titular del Sacmex al dejar pasar un trascendido por varios días y no aclarar a tiempo la filtración referida?, ¿de qué nos sirven los pleitos estériles de esos políticos que antes fueron una sola familia y ahora son antagónicos?
Todas estas violaciones a nuestro derecho a estar informados se pasan por alto, pues a la fecha los legis- ladores locales se han olvidado de nombrar a los siete comisionados del Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales (InfoDF) -incluido su presidente-, los cuales debieron haber sido nombrados antes del 31 de marzo pasado.
Somos hasta el día de hoy la única entidad federativa en todo el país que carece de un órgano que pueda garantizarnos que la información que recibimos de nuestras autoridades sea objetiva y oportuna.
Resulta hasta irónico que en nuestra tan alabada Constitución local exista en el prólogo un poema que a modo de introducción sobre el derecho a la información diga: “Guardemos lealtad al eco de la antigua palabra, cuidemos nuestra casa común y restauremos la trans- parencia de esta comarca emanada del agua”.
Diputados, diputadas, cumplan con su deber, pónganse a trabajar y restituyan al InfoDF, que es lo que les toca; el proceso electoral quedó atrás y no importa si son mayoría o minoría y mucho menos qué fue lo que los llevó a ocupar el lugar que tienen ahora. Su obligación, antes que con su partido o su líder, es con los ciudadanos.
