Por Martín Takagui
Cuando se asume la responsabilidad de gobernar a un país de 120 millones de habitantes es, sin duda, una gran responsabilidad y sedebe mantener todo el control político y administrativo que ello implica; sin embargo, pareciera que Andrés Manuel López Obrador y su equipo, no han dimensionado hasta hoy, la importancia, trascendencia e implicaciones que puede tener una declaración en esa calidad, de gobernante electo.
Desde la campaña en busca de la Presidencia de la República, López Obrador, se pronunció en contra de la construcción del Aeropuerto Internacional de la CDMX en Texcoco, sin embargo, una vez que se le vio victorioso en los comicios del 1 de julio, muchos pensamos que se trataba de declaraciones y propuestas de campaña que de habrían de diluir conforme pasara el tiempo.
Pero no solamente la mantuvo, si- no que llamó a una consulta pública, para determinar si se continúa con el proyecto en marcha o se opta por el proyecto de Santa Lucía, también en el estado de México.
La idea es que el 28 de octubre, los mexicanos vayamos a las plazas públicas a emitir nuestro voto, pero es evidente que la sociedad está cansada de dimes y diretes, de consultas, de encuestas y hasta de los candidatos, el problema es que los nuevos gobiernos no han asumidos sus poderes y ya han impulsado, cancelado y puesto a debate los proyectos.
Este tipo de confusiones, no sabemos si son resultado de un plan sin experiencia ni idea de cómo hacerlo o un plan con maña, para que al final de cuentas, después de las confusiones una sola persona decida qué se hace con la terminal aérea.
Este es uno de los temas de mayor polémica para el gobierno en el momento actual, pero existen otros temas como en el que tampoco se ve un orden y ha sido evidente que el gobierno electo, no tiene idea de cómo resolver el problema de la violencia, que acompaña la grave inseguridad en todo el país.
La cancelación de cinco de los Foros de Consulta para la Pacificación de México, fue adelantada por Alfonso Durazo, anunciado como titular de la Secretaría de Seguridad Pública, que aún no existe, quien dio a conocer que frente a la urgencia de procesar y sistematizar las propuestas recogidas en los foros de pacificación realizados hasta ahora, se cancelarían cinco fechas en los estados de Tabasco, Tamaulipas, Sinaloa, Veracruz y Morelos, entidades que hoy sufren las peores consecuencias de la violencia.
De un plumazo, se han tomado decisiones, que no toman en consideración, las consecuencias que éstas pueden traer, en un caso la cancelación de una obra millonaria que ya tiene inversiones muy adelantadas y en el otro, es el cerrar los oídos a las expresiones de la experiencia dolorosa de la violencia.
En ambos casos, se trata de temas de la mayor seriedad, el Aeropuerto por los miles de millones de pesos que implican su construcción o cambio de sede, así como la importancia del detonante de desarrollo económico, social y turístico.
Mientras que el caso de los foros, pareciera que es una broma, el decir que “no hay tiempo para sistematizar la información”, cuando se trata de un tema que debía haberse analizado por AMLO y su equipo desde antes de iniciar la campaña en busca de la Presidencia de la República.
Los foros de consulta para la elaboración del Plan nacional de desarrollo que se realizaban al inicio de las administraciones presidenciales décadas atrás eran considerados una base fundamental, porque se trataba de la expresión de los ciudadanos.
Hoy pareciera que los planes de gobierno se desarrollan sobre las rodillas, sin el análisis profundo que requieren temas de la mayor importancia para el desarrollo de la sociedad mexicana. Confiemos en el buen tino que puedan tener los asesores, secretarios anunciados y diseñadores de las políticas de Estado que aplicará el próximo gobierno.
