Pedro Flores
La Calzada México-Tacuba es algo más que una rúa llena de ambulantes, cines piojito y mala fama por la gran cantidad de malandrines que habitan en dicha zona, sino que tiene gran historia, ya que fue una de las cuatro calzadas originales que fueron construidas por los mexicas, y cuya función principal era comunicar a la entonces Ciudad de México-Tenochtitlán, que se encontraba completamente rodeada por las aguas del Lago de Texcoco, con todas los poblados al poniente de la gran Tenochtitlán.
Su nombre significa “lugar de jarillas”, y figura en el Códice Mendocino como uno de los sitios tepanecas conquistados por Itzcóatl, cuarto rey mexica, entre 1428 y 1430. Como es sabido, formó parte de la Triple Alianza junto con Tenochtitlán y Texcoco; de ahí surgió la calzada Tlacopan, y en ella una de las leyendas más conocidas a nivel nacional: la del árbol de la noche triste, mismo que fue incendiado el 2 de mayo de 1872 y renació de sus cenizas.
El último señor o rey de Tlacopan, Tetlepanquetzal sufrió, junto a Cuauhtémoc, el tormento al que los sometió Cortés para que revelaran el lugar donde se guardaba un supuesto tesoro. Los franciscanos establecieron su convento en Tacuba y su templo se erigió bajo la advocación de San Gabriel Arcángel. En 1632, existían en Tacuba 60 haciendas y 200 vecinos labradores, y casi a fines del siglo XVIII, contenía a 28 pueblos y 12 barrios. El río de los Remedios fue vital para el desarrollo de estas comunidades.
La ubicación estratégica de Tlacopan sirvió en los años posteriores para incrementar la urbanización, de esta forma ahora conocemos su inicio como Avenida Hidalgo, Puente de Alvarado, Rivera de San Cosme y Calzada México Tacuba (coloquialmente conocida como Tacuba).
cLa urbanización de toda la zona data desde 1521. El sistema de alianzas que siguió Hernán Cortés provocó cambios paulatinos. Primero, Tacuba fue otorgada como encomienda a Isabel Moctezuma, hija de Moctezuma Xocoyotzin, por el propio Cortés. Posteriormente, en sus alrededores se fundan la Hacienda Pensil, la de San Antonio y la de San Antonio Clavería; luego vino El Pensil Mexicano, que fue una de las fincas de recreo más extraordinarias de la ciudad.
El antiguo Pensil Mexicano fue una de las fincas de recreo más extraordinarias de la ciudad. Decorado en estilo barroco, este jardín data de 1766, y tuvo una superficie de 3 mil metros cuadrados; hoy se encuentra en ruinas en la calle de Lago Chiem, frente a la colonia a la que da nombre.
La colonia Pensil Mexicano fue parte de un conjunto de lugares de esparcimiento que se encontraban en la calzada México-Tacuba y sus alrededores; se estableció cerca del río San Joaquín, e incluso, fue aprovechada como casa de descanso por el virrey Bernardo de Gálvez, además de servir como escenario para el estreno del vals “Las flores del Pensil”, interpretado por Ángela Peralta.
Escenario de leyendas de tesoros enterrados y fantasmas, fue declarado monumento histórico en 1932, lo que no ha impedido el abandono y la mutilación del jardín y la capilla.
Años después, en dicha zona se fundó la Escuela Nacional de Ciencias Químicas de la ahora UNAM, en donde estudió Gregorio Goyo Cárdenas, (Goyo Cárdenas), vecino de la zona, que en 1942 pasaría a la historia como “el estrangulador de Tacuba”.
En la aún despoblada zona, se edificó un gran y moderno edificio con unas instalaciones muy elegantes para esa época, que albergó a partir del 5 de febrero de 1920 al Heroico Colegio Militar, mismo que se cambió el 13 de septiembre de 1979 a sus instalaciones en la carretera de Cuernavaca.
De rastro a cárcel
El incremento poblacional que se registró a través de los años en dicha zona, aunado a la lejanía del centro de la ciudad, originó que se estableciera un rastro en 1929 en dicha área, para el abastecimiento y comercialización de carne para sus habitantes, considerado el primero en la capital por la higiene con que se trabajaba en él, según dicen las crónicas.
Ese rastro estaba situado en un predio en forma de L que tenía una entrada sobre Lago Gascasónica y otra por el lado de Cañito, y en 1958, con la apertura del rastro de Ferrería, cedió su lugar al Centro de Sanciones Administrativas y de Integración Social, que heredó de aquél el popular sobrenombre de “Torito”.
Cabe hacer notar que en dicha zona han desaparecido muchas edificaciones, como el palacio municipal, el mercado de cantera y, obviamente la plaza de toros que estaba ubicada en Felipe Carrillo Puerto y Golfo de Elba, pero aún se conserva, a pesar de los ambulantes en la iglesia de San Gabriel Arcángel.
Sí, aquella en donde al Santo Niño de los Milagros lo visten con el uniforme de la Selección Mexicana de futbol soccer, para ver si así gana, tradición que se inició en1970 por iniciativa del padre Reyes, y a partir de entonces la gente le lleva obsequios el día del niño o en diciembre.
Sus fieles más constantes son quienes creen que la Selección Mexicana llegará a ser campeona del mundo. Algunos personajes del barrio de Popotla fueron el licenciado Corona del Rosal, quien tuvo una casa ahí; el licenciado Mario Moya Palencia y el actor Enrique del Castillo, aunque usted no lo crea…
