Adrián Rueda
Tras permanecer con él en el Canal del Congreso de la Ciudad de México por alrededor de tres años, más de 20 trabajadores contratados por Ricardo Rocha se llamaron engañados y exigen a los diputados que renuncien al conductor.
Los trabajadores denuncian que, a pesar de que el periodista sabía que serían dados de baja el 31 de marzo pasado —como se los confirmó la Oficialía Mayor de Donceles—, siempre se los ocultó mientras negociaba su permanencia personal a cambio de bajarse el sueldo.
Desde el mes pasado se sabía que el equipo de Rocha tendría que irse a finales de marzo porque así se había firmado en el convenio, pero el periodista siempre calificó esas publicaciones como chismes sin fundamento; al final, todo fue cierto.
El conductor se bajó de 90 mil a 26 mil pesos su salario con tal de quedarse, pero dicen que en realidad le interesa usar los 30 millones de pesos de este año, para financiar la nómina de su agencia, Detrás de la noticia, calculada en un millón de pesos al mes.
Se supone que a partir del 1 de abril llegaría Roberto Candia, nombrado por el Congreso como enlace con el Canal 21 del Gobierno de la CDMX, pero Ricardo Rocha negoció quedarse hasta acabarse el presupuesto de este año.
Tras el escándalo, en Donceles se dedicaron a revisar los contratos y encontraron una nómina abultada, con gente que ni el propio periodista supo explicar por qué cobraba ahí, comentaron incluso diputados que conocen bien del tema.
La Oficialía Mayor del Congreso notificó con tiempo al periodista sobre la terminación de los contratos; Ricardo Rocha hizo creer a su equipo que todo transcurría con normalidad.
Ahora se enteran que no fueron despedidos, sino que su contrato expiró el 31 de marzo y que su director estaba al tanto, por lo que se sienten engañados y dispuestos a dar nombres de supuestos aviadores y parientes en la nómina.
Sobre los 30 millones autorizados para este año, en menos de tres meses Rochahabía dispuesto de nueve, según reportes, y él decidirá cómo gastar el resto, por lo que los trabajadores exigen que el Comité de Administración del Congreso le amarre las manos.
Urgen que el Congreso dé a conocer los resultados de las auditorías practicadas, pues dicen que, al estar sujeto a investigación, el periodista está desautorizado para realizar cualquier movimiento administrativo.
Casualmente, los únicos que siguen en nómina son quienes participan en la producción de sus programas que comercializa Detrás de la noticia.
CENTAVITOS
Animados, echando chisme estos días santos, se vio a dos exmarcelistas de primer nivel, casualmente alejados del hoy canciller. En un restaurante del sur de la ciudad charlaban alegremente Héctor Serrano y José Ángel Ávila, cuyos caminos han tomado rumbos diferentes, aunque dicen que siguen siendo muy cuates. Seguro la plática no fue para adelantar el cumpleaños de Serrano —que, por cierto, es hoy— y tampoco de alguna grillita de política exterior, ¿o sí?
