Hugo Morales Galván
No se trata de un calificativo aplicado a dos asaltantes que que para evitar ser detenidos por ocho elementos de la SSP de la CDMX, los atacaron con un cuchillo y una navaja en la Alcaldía de Cuauhtémoc. Tres policías fueron hospitalizados. Cinco no requirieron mayor atención médica. Tampoco aludo a “Hugo El Gordo” quien ejecutó a Alfonso Urueta, agente del Ministerio Público en las afueras de la propia Alcadía. “Hugo” es tío de Juan Iván Arenas “La Pulga”, líder de La Unión Tepito, ultimado en junio del 2018.
No me refiero al vagonero del Metro que al enfrentarse a un valiente y obeso policía lo nockeó en la entrada de la estación Salto del Agua, a la vista de todos, sin que ninguna persona interviniera. Eso sí. Todos grabaron la desigual pelea.
Mucho menos estoy hablando de dos motociclistas que tras ser reprendidos por elementos de la SSP, por no usar casco cuando circulaban el cruce de las calles Agustín Olochea y Benito Coquet en la Alcaldía Venustiano Carranza, se agarraron a golpes contra una decena de policías. Las imágenes de la pelea muestran en el suelo a los pésimos boxeadores de la SSP. Uno de ellos debió ser auxiliado ahí mismo por paramédicos por la herida de cuatro centímetros en el ojo izquierdo. Otro fue hospitalizado.
De ninguna forma hago alusión a quienes en la Alcaldía de Gustavo A. Madero dispararon contra una pareja el pasado 19 de mayo. El hombre murió. La mujer fue hospitalizada. O a quienes tres días después, ejecutaron a un supuesto taxista mientras compraba milanesas en una cremería, en la propia Alcaldía, y cuyos familiares fueron rafagueados al dìa siguiente durante el cortejo fúnebre en las afueras del Panteón Cuautepec.
De lo que hablamos es de un acto heroico de la SSP-CDMX al mando de Jesús Orta Martínez, cuyos elementos se vistieron de gloria al llevar a cabo una de las mayores y más importantes detenciones en la capital del país.
Veamos si no. Elementos del Sector 2, Destacamento 4 de Cuauhtémoc lograron la detención de dos perros raza Labrador y Golden Retriever y de su dueña el pasado 21 de mayo. El grave delito cometido por los animales fue que por su pelaje y el clima caluroso agobiante, osaron juguetear en una fuente para quitarse “la calor”. El descuido de la dueña y su pareja motivó la urgente y pronta actuación de los policías, quienes implacables los condujeron a la patrulla para ser llevados ante el Juez Cívico y cumplir las rigurosas 13 horas de detención preventiva.
Nada. Nadie por encima de la ley. La grabación colocada en redes sociales muestra a la mujer tomando las correas de los dos perros que desconcertados son obligados a subir a la patrulla. El marido, al que los policías buscaban evitar que grabara, argumentaba lo irracional de la medida. Pero no fue escuchado.
Los presuntos delincuentes subieron a la patrulla. Primero el Labrador, luego la mujer y al final, el Golden. Ahí, todos apretujados. El marido trató de abordar también, pero le fue impedido. “La patrulla no es taxi”, le dijeron.
Con esta valerosa acción, Orta Martínez, Salvador Guerrero y Tomás Pliego, habrán rendido exitoso informe a la jefa de Gobierno, Claudia Sheimbaun. Seguramente con ello, abonarán para reducir el crecimiento del 250 por ciento de los delitos cometidos con armas de fuego (homicidios, lesiones, robos con violencia) en las tres alcaldías más pobladas durante el primer trimestre del año.
Las cifras así lo indican. De acuerdo con “Animal Político”, durante los últimos tres años ha habido un crecimiento sostenido de la violencia en la CDMX, con mayor incidencia en Iztapalapa, Gustavo A. Madero y Cuauhtémoc, las tres alcaldías con mayor población.
En el aumento de la violencia y los delitos coincide la organización Semáforo Delictivo. Señaló que entre Enero-Marzo, aumento 550% el secuestro; 127% la extorsión; 48% el homicidio; 46% el robo de vehículo y 31% el narcomenudeo. También subió 62% el robo a negocio, mientras que el robo a casa no tuvo incremento.
De ahí que no se trató de cualquier acción lo logrado por los policías de Orta Martínez. Así se logra cercanía con la gente: fastidiándola en lugar de ofrecerle seguridad. Pero aplaudamos. Podemos dormir tranquilos. Ya nomás faltan por desarticular “La Unión-Tepito”, “La Fuerza Anti-Unión”, “El Cartel de Tláhuac”, “Los Rodolfos”, “Los Molina”, y “La Rosa Nueva”.
