Alejandro Zúñiga
Con la sentencia del pasado 17 de julio, por más apelaciones que anuncie su defensa, todo indica que la justicia de Estados Unidos puso fin a la larga carrera delictiva de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias El Chapo Guzmán.
Ahora, como sucede con todo personaje insigne en desgracia, comenzará la leyenda de “El Chapo Guzmán”.
Considerado como el narcotraficante más despiadado, temido, acaudalado; de fugas carcelarias inéditas, solo posibles bajo el amparo de la autoridad, fue sentenciado a cadena perpetua y a 30 años más de prisión.
La condena también exige el pago de 12 mil 600 mdd, como reparación del daño, por traficar miles de toneladas de drogas a Estados Unidos.
Ese monto, se informó, es el cálculo de la ganancia por el trasiego de droga, según la fiscalía estadunidense, y comprende la venta de 528 mil 276 kilos de cocaína, 202 kilos de heroína y 423 mil kilos de mariguana.
Un juicio y una sentencia ejemplar, ideal para lavarle la cara a la justicia gringa y mexicana, como si El Chapo hubiera traficado sin la complicidad de autoridades mexicanas y gringas la droga.
Una cantidad ingente de droga de la que, por cierto, nunca se dijo cómo ingresó, distribuyó, circuló, comercializó y consumió en EU, pese a ser el país con mayor número de muertes por sobredosis de droga en el mundo, con más de 67 mil al año.
Pero todavía hay dos pendientes de resolver en este llamado “juicio del siglo”, por ser el de mayor cobertura mediática a un narcotraficante en la era de las redes sociales.
¿Dónde están esos miles de millones que presume EU tiene El Chapo? y, el punto de quiebre ¿quién se va a quedar con ese tesoro ganado en forma ilícita?
La pregunta viene al caso porque los gobiernos de Estados Unidos y México ya estiraron la mano -sin aflojar-, para manifestar su interés por recuperar la riqueza amasada durante 25 años por el ex líder del poderoso Cártel de Sinaloa.
Desde su postura de país juzgador, Estados Unidos estableció el monto del daño a los estadunidenses en su cálculo del tamaño de la fortuna del narcotraficante, alegó que se trata del juicio más oneroso del mundo, 50 mdd, y deslizó que merece ese recurso.
Es un hecho que la inteligencia estadunidense fue, sin duda, determinante en la detección, captura, extradición y resguardo de El Chapo.
México, por conducto del Presidente Andrés Manuel López Obrador, también advirtió que pedirá a EU la entrega de los recursos incautados a El Chapo.
Confió en que “estará de acuerdo”, porque esos bienes “le corresponden a México legalmente”, y adelantó que el canciller Marcelo Ebrard dará seguimiento al tema.
Por lo pronto, el primer reto que enfrentan los dos gobiernos que pretenden “el tesoro” de El Chapo, antes de seguir el jaloneo, es desentrañar el acertijo que les dejó.
Dónde está, a cuánto asciende en realidad, cómo y quiénes serán los poderosos personajes con los que lavó tanto dinero El Chapo Guzmán, a cuyo patrimonio ilegal, por cierto no le han dado ni un pellizco.
El hilo de la madeja está abierto y el poderoso Cártel de Sinaloa mantiene operaciones ilícitas, dicen los expertos, con el 80% del planeta -con o sin El Chapo- por lo que podrían llevarse muchas sorpresas de continuar desmadejando la hebra del tesoro.
