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SCREWBALL / Lecciones que dejó el informe

El evento del Informe de 200 días de la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum nos deja ciertos mensajes que no podemos perder de vista y que nos sirven para estar más atentos al devenir político que tendrá nuestra capital en los meses que están por venir.

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Ernesto Osorio

El evento del Informe de 200 días de la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum nos deja ciertos mensajes que no podemos perder de vista y que nos sirven para estar más atentos al devenir político que tendrá nuestra capital en los meses que están por venir.

Podríamos mencionar por ejemplo el amplio respaldo que mostró a la mandataria local el Alcalde en Venustiano Carranza (el todavía perredista Julio Cesar Moreno), convocando a uno de los contingentes más numerosos a Plaza de las Tres Culturas; la amistosa y notoria cercanía con Sheinbaum del Alcalde priísta de Cuajimalpa Adrián Ruvalcaba y en contraparte, la ausencia del único Alcalde panista Santiago Taboada.

Pero si hemos de destacar de entre todas estas pinceladas de alegorías y expresiones de la grilla chilanga, quizá la que más destaca es la ausencia de figuras destacadas del gobierno federal en el escenario donde Sheinbaum rindió cuentas de su muy joven administración (que conste que digo D E S T A C A D A S). Algo que debemos celebrar.

Quizá en Palacio Nacional a muchos ya les cayó el veinte de que mientras el Presidente Andrés Manuel López Obrador no suelte de la mano a su mejor alumna, ésta no podrá mostrar quien es como gobernante y convencernos de que no tenemos en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento a una simple administradora que obedece todo lo que le indique su mentor. Ojalá que así sea.

De lo informado ahí, debemos reconocer que los datos revelados nos indican que el combate a la corrupción ha comenzado a dar resultados, y debemos celebrar que la misma doctora Sheinbaum reconozca que muchas de estas conductas se habían arraigado “desde hace muchos años” con lo cual nos queda claro que ella misma reconoce que ninguno de sus antecesores (incluido su líder) pudieron con el paquete.

Sin embargo debemos hacer notar que los asesores de la Jefa de Gobierno parecen no entender que el echarle la culpa de los grandes males a la anterior administración sólo le genera críticas innecesarias. Entiendan pepegrillosde la doctora que los ciudadanos exigen resultados, no justificaciones. Si se ofrecieron a ser gobierno, es porque tenían la capacidad (y al parecer la tienen, según lo que se informó) de hacer las cosas mejor. Déjense ya de señalamientos y demuestren de lo que son capaces.

Humildad, como ética de la política

Ya en ocasiones anteriores hemos dicho que en política, la forma es fondo, y en ese sentido el tono del discurso de la doctora Sheinbaum careció de proyección y firmeza. De ese modo el cierre de su mensaje no convence, sobre todo a la luz de dos hechos muy recientes en que se enmarcaron sus palabras.

En tiempo de hiperliderazgos mediáticos y de superhéroes sociales, la humildad, es una virtud que los ciudadanos valoran, y mucho. Decía Marco Tulio Cicerón que “cuanto más alto estemos situados, más humildes debemos ser”. La austeridad y la humildad son recursos de la comunicación política. Pero en mi opinión, los  liderazgos humildes son la respuesta a una demanda creciente de la ciudadanía que busca más ética y compromiso.

Cada vez más queremos que nuestros gobernantes sientan y vivan lo mismo que nosotros; las nuevas generaciones viven la horizontalidad de la red, en donde la jerarquía poco importa. Hoy estamos conectados y más informados que antes y por eso, la humildad es una de las virtudes que exigimos de estos gobernantes de la 4ª.T

Pero a la virtud de la humildad conviene asociarla con una actitud que le es innata: el respeto. En la política democrática es fundamental el respeto del político a los ciudadanos y la autoridad es la que debe ejercerse, no el autoritarismo

Me refiero al altercado del Presidente Andrés Manuel López Obrador en Ciudad Valles, San Luis Potosí y a la respuesta que dio la Jefa de Gobierno a una vecina en Xochimilco que le pedía visitar su domicilio para convencerla de que no es atendida. En el primero de los casos, fue muy desafortunada la frase de AMLO al acusar a los manifestantes de “provocadores” y en el segundo, la respuesta de Sheinbaum que soberbia dijo: “ni modo que los visite a todos”

Les sugiero leer a Michael Ignatieff, escritor y ex líder opositor Partido Liberal de Canadá quien en su libro “Fuego y cenizas” -que trata de los fracasos en política- dice que “los ciudadanos saben la diferencia entre alguien que busca su aprobación y alguien que busca su respeto. No siempre tienes que ser popular para tener éxito. No necesitas gustar a tu gente, pero su respeto es esencial. Deben notar que eres una persona íntegra y que estás esforzándote por ellos”.

A la soberbia, la arrogancia, la autosuficiencia y la ostentación, deben siempre sobreponerse la humildad, la empatía, la sencillez, la autenticidad y el respeto. Señor Presidente, doctora, que no se les olvide, pues les falta mucho tiempo por delante.

Lo nuestro es la #política en la #CDMX; si en verdad te late la grilla chilanga en las redes, visita nuestra página: https://elinfluyente.mx

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