Adrián Rueda
Al más puro estilo del viejo dinosaurio del PRI, que después perfeccionó el PRD y que ahora adopta Morena, Claudia Sheinbaum organizó ayer un informe de Gobierno de 200 días en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco.
Acarreo de personas en camiones y micros; banderines, camisetas y gorras distintivas de los diversos grupos se hicieron presentes en el evento que fue todo menos informe de actividades.
El discurso de 70 minutos, expuesto en un tono monótono y desangelado, no prendió a nadie y consistió en una recopilación de promesas hechas en los últimos actos realizados por la jefa de Gobierno.
Pero si el evento careció de consistencia en cuanto a acciones de gobierno, abundó en mensajes políticos de los diversos grupos que confluyeron en Tlatelolco, donde todos quisieron hacerse presentes ante la gobernante.
En la Plaza de las Tres Culturas se dieron cita todos los alcaldes, excepto el panista Santiago Taboada, de Benito Juárez, quien seguramente tuvo algo más importante que hacer… como gobernar, en lugar de perder el tiempo como los demás.
El lugar lució repleto, pues todos cumplieron con la cuota de acarreo impuesta por los organizadores, que desde la semana pasada indicaron que, por ejemplo, los líderes de comerciantes tenían que llevar un mínimo de tres mil personas.
Pero de entre todos, uno que quiso impresionar fue el perredista Julio César El Nenuco Moreno, quien, además de hacer presencia —como lo hicieron casi todos los alcaldes—, acarreó a uno de los contingentes más nutridos.
Identificados por sus banderitas blancas y en las primeras filas, le echaron porras incluso a Sheinbaum, lo que se leyó como la confirmación del abierto coqueteo de El Nenuco con la jefa de Gobierno.
No se sabe bien si la idea del alcalde era mostrar apoyo a Sheinbaum o enseñar músculo para que vea que no está manco, pero lo cierto es que buscó llamar su atención y hacerse presente, ¿cómo para qué?
Si lo que Julio César busca es ser aceptado en Morena, está picando chueco, pues no es Claudia quien lo puede meter al partido, en donde, por cierto, no sería aceptado.
Si es porque quiere que en el futuro sea considerado —él o su equipo— en la administración pública capitalina, pues tampoco encontraría el mejor ambiente.
Y si está queriendo vender que con él habrá sumisión, o al menos interlocución del PRD con el gobierno, pues estaría engañando a Sheinbaum porque no las trae todas consigo dentro del partido, donde tampoco es bien visto.
Cierto que si le dan una lana podría hacerse de algunos consejeros en la próxima elección interna del sol azteca para influir en la dirigencia, pero es prácticamente imposible que lo dejen pasar luego de haber denostado al partido.
CENTAVITOS
Por cierto, luego del relajo vial que provocó el informe, muchos empiezan a recomendar que si el gobierno quiere informar incluso cada 50 días, que lo haga a través de las benditas redes sociales, así ni molesta a nadie ni gasta el dinero de los contribuyentes.
