Adrián Rueda
La constante aparición de Héctor Serrano junto al diputado Ricardo Gallardo en San Luis Potosí va más allá de apoyar el proyecto del potosino en busca de la gubernatura de ese estado; más bien pasa por la reinvención política del excapo perredista.
Consciente de que sus posibilidades políticas en la Ciudad de México son más que nulas, el exsecretario de Gobierno de Marcelo Ebrard y de Miguel Ángel Mancerabusca tierra fértil para seguir su camino político.
Aunque en más de una ocasión, Serrano ha comentado que su vida en la esfera pública está llegando a su fin, y que al concluir su encomienda como diputado federal en San Lázaro –a donde llegó por el PRD y luego renunció a ese partido– se retirará, pocos le creen.
El también exsecretario de Movilidad trabajó para que Mancera fuera candidato presidencial y él accediera a una senaduría. Ése era su sueño, pero las cosas no salieron bien y el exjefe de Gobierno acabó en el Senado, mientras él tomaba una diputación.
Pero más allá de que los planes originales no se concretaron, no estaba presupuestado que la derrota del PRD ante Morena fuera tan aplastante en las urnas, con lo que sus caminos en la Ciudad de México quedaron cerrados.
Hábil como es, Serrano sabe que si bien en la capital Morena y Claudia Sheinbaum no lo dejarían pasar, puede continuar su camino en otro lado del país y eligió San Luis Potosí, donde Gallardo tiene buenas posibilidades de pelear la gubernatura.
Intentará hacerlo gobernador, pero como nadie cree que el exfuncionario se quiera ir en definitiva a un retiro, y menos al interior del país. Más de uno ve con claridad una retirada temporal estratégica mientras las aguas vuelven a su nivel.
Quienes lo conocen afirman que Serrano sigue atesorando la idea de llegar al Senado en 2024, y que una candidatura a la Cámara Alta desde aquellas tierras podría ser más asequible, al igual que le hizo Mancera, quien es senador ¡por Chiapas!
Por eso busca hacer ciudadanía potosina, a fin de cumplir con la residencia, en caso de que se llegara a necesitar.
Y como ahora en el Senado se puede buscar la reelección por un periodo más, pues ya se ve en uno de sus escaños haciendo grilla por 12 años y disfrutando de todo lo que ha sembrado durante sus muchos años en la política.
Como él, algunos de quienes fueron de su círculo más cercano en el PRD, y que hoy están en desgracia, buscan también rehacerse en otras latitudes, pues están claros de que en la capital pasará un buen rato sin que tengan la menor oportunidad de resurgir.
Así que la provincia debe estar atenta a su llegada.CENTAVITOS
Vaya relajo que trae el PRD con su presunta transformación en Futuro 21, pues nadie sabe si eso quisieron decir o no. Es hora que ni los propios militantes –que no fueron consultados– saben si seguirán siendo perredistas o cómo los identificarán. Pero pase lo que pase, lo único cierto es que los perredistas están enterrando lo que fue el Partido Comunista, del que tomaron a finales de los 80 su registro, que es el que hoy están ofertando.
