Connect with us

Economía para Principiantes

El turismo y las remesas nos salvan la plana

El fin de año se presta para hacer un recuento de los doce meses previos, y por ello nos permitiremos retomar el análisis acerca de la salud de nuestra economía, y las perspectivas para el siguiente año.

Published

on

Pablo Trejo

En anteriores ocasiones, hemos dedicado este espacio al análisis de la evolución del Producto Interno Bruto, lo que nos permitió vaticinar que para el cierre del año, nuestro crecimiento estaría mucho mas cerca del cero, que del uno por ciento, y no es que tengamos una bola mágica, o que seamos conspicuos economistas, pero como lo hemos registrado, el PIB es como una receta de cocina, y si no tenemos suficiente harina, azúcar o cualquiera de sus ingredientes, simplemente es imposible que tengamos un suculento pastel como resultado.

El fin de año se presta para hacer un recuento de los doce meses previos, y por ello nos permitiremos retomar el análisis acerca de la salud de nuestra economía, y las perspectivas para el siguiente año.

Dado que aun no tenemos cifras oficiales del último trimestre, tomaremos como referencia los cálculos de algunos especialistas: los pesimistas los encabeza MULTIVA, que pronostica un crecimiento negativo de 0.2 por ciento; seguido de Banorte y Banamex, quienes calculan un negativo de 0.1 por ciento. Por su parte, Actinver, Merryl Linch, Invex y Valmex, se ubican en el cálculo del 0 por ciento; y los optimistas, como BBVA con 0.2 por ciento, Bloomberg, con 0.5 por ciento y el Banco Mundial, con 0.7 por ciento positivo.

Concentrando los pronósticos, obtenemos un promedio de 0.1 por ciento, lo cual queda muy por debajo de los pronósticos hechos a principios del año, lo que se ha convertido en una constante en nuestro país, ya que conforme van transcurriendo los meses, parecería que el pesimismo se fuera alojando entre todos. Para el próximo año, el pronóstico promedio está en un crecimiento de 1.2 por ciento, con pesimistas que piensan que nos engrosaremos en 0.6 por ciento; y optimistas que vaticinan un alza de 2.2 por ciento.

La realidad es que nuestro pesimismo se funda en la evolución de algunos factores clave, y para muestra, un botón. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), nuestras exportaciones en noviembre, cayeron este año 2.9 por ciento comparado con el año anterior, y con ese resultado hilaron su tercer retroceso anual continuo, pues en septiembre y octubre cayeron 1.3 por ciento y 1.5 por ciento, lo que nos permite calcular que la tendencia seguirá en el mes de diciembre.

Nos preocupa en exceso el hecho de que nuestras exportaciones petroleras registran una caída de 21.1 por ciento, y peor aún, no se vislumbra un mejor panorama a corto plazo. Si consideramos que el petróleo es un elemento fundamental en nuestra economía, el hecho de registrarse esa caída, nos obliga a ser pesimistas.

Los otros componentes del PIB, andan más o menos en el mismo tono. El consumo no repunta, la inversión se encuentra estancada desde hace tiempo, y el gasto de gobierno ha sufrido recortes, o registrado sub ejercicios, que para efectos de crecimiento es lo mismo. La verdad es que solo dos factores están evitando la catástrofe: los ingresos por el turismo y las benditas remesas. De no ser por ellas, registraríamos una caída bastante más prolongada

Lo nuestro es la #política en la #CDMX; si en verdad te late la grilla chilanga en las redes, visita nuestra página: https://elinfluyente.mx

Continue Reading
Advertisement Article ad code

Los influyentes

Twitter

Facebook

Advertisement Post/page sidebar widget area

Recientes