Las benditas remesas

Ese envío de fondos por parte de nuestros migrantes, ha ocurrido desde el siglo XIX en que dieron inicio los movimientos masivos de gente en busca de mejores oportunidades de vida, incrementándose exponencialmente en el siglo XX, con la consolidación de la economía norteamericana, que tuvo como resultado la necesidad de contar con enormes cantidades de mano de obra barata y calificada, como la de los trabajadores mexicanos.

En nuestro país, más allá de consideraciones económicas, el fenómeno de las remesas tiene orígenes culturales profundamente arraigadas, tan es así que en muchas comunidades del interior de la República, lo normal es que los jóvenes al cumplir los 15 años, emigren para reencontrarse con familiares que han echaron sus raíces en los Estados Unidos, y que son desde allá, los agentes económicos más importantes en las comunidades de acá. Pueblos enteros en nuestro país, dependen exclusivamente del dinero que reciben desde el exterior.

Para dimensionar la importancia de las remesas, basta con señalar que en los últimos 40 meses, se han registrado tasas a la alza en los envíos, los que alcanzan cifras superiores a los 3 mil millones de dólares mensuales, y representan el sustento de mas de 1.6 millones de hogares, recursos que se destinan a gastos cotidianos como alimentación y salud.

Si comparamos a las remesas con el petróleo, podemos destacar que de enero a octubre, los ingresos derivados de las exportaciones de petróleo, suman alrededor de 18,500 millones de dólares. En ese mismo periodo, nuestros connacionales, han enviado más de 30 mil millones. El promedio de cada envío es de 322 dólares norteamericanos, es decir, poco más de 6 mil pesos.