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Capital Político

Claudia quiere morder el lazo

Tendría que morder más fuerte el lazo para despegar como gobernante

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Adrián Rueda

Para nadie es un secreto que en la medida que Claudia Sheinbaum anuncia medidas para enfrentar la pandemia de COVID-19 se aleja irremediablemente del discurso presidencial que desde el inicio de su administración la mantiene bajo su zapato.

Su formación de científica choca de frente con el perfil político de su jefe, por lo que desde hace tiempo la Ciudad de México camina en un sentido muy diferente a lo que marcan las políticas de Palacio Nacional.

Por ejemplo, en lugar de seguir los consejos de salir a la calle y comer con la familia en las fonditas —cuando comenzaba la pandemia—, Sheinbaum empezó a recomendar que la gente que mantuviera una distancia social para no acelerar los contagios.

Quizá la jefa de Gobierno —que sí lee la prensa extranjera— hubiera querido iniciar las medidas de prevención un poco antes, pero se topó con la negativa presidencial a suspender, por ejemplo, el festival Vive Latino de marzo pasado.

Ese evento, que congregó en dos días a cerca de 200 mil jóvenes en el Foro Sol de la capital, se dio cuando en todo el mundo se cancelaban eventos masivos, incluso con el cierre de las ligas de futbol más importantes del planeta.

Se sabe que Sheinbaum quería suspenderlo, pero le dijeron que no y a estas alturas ya se sabe que al menos tres policías que cuidaron el evento se contagiaron, incluso, uno de ellos murió.

De los demás asistentes que pudieron haberse contagiado o haber sido un foco de contagio no se sabe, por la sencilla razón de que ni siquiera se hicieron pruebas de detección. El tema escandalizó al mundo.

Ahora que ha entrado en vigor la Fase 3 y que Claudia ordenó prácticamente la parálisis de la actividad económica y gubernamental, se enfrenta con la displicencia de la gente, que sigue tan campante en la calle y socializando.

A diferencia de varios gobernadores, como el jalisciense Enrique Alfaro, por ejemplo, que prácticamente selló su estado e impuso sanciones a quienes violen la cuarentena, en la CDMX, Sheinbaum dice que no lo hará porque confía en la madurez de la gente.

Eso no es cierto, la funcionaria no se atreve a decretar el toque de queda porque va contra la línea de Palacio Nacional, donde consideran que el costo político sería muy alto. A lo mejor para el inquilino de ese lugar, pero para la gobernante sería muy bueno.

Porque si la jefa de Gobierno cree que se está dirigiendo a ciudadanos nórdicos, que son el ejemplo que quieren seguir en la 4-T, se equivoca. Los chilangos no tienen conciencia cívica y menos si la propia autoridad primero les dijo que no pasaba nada.

Claudia debería de utilizar los elementos legales para obligar a la población a respetar la cuarentena, aunque su jefe no quiera. Tendría que morder más fuerte el lazo para despegar como gobernante.

CENTAVITOS

De un plumazo el Congreso de la Ciudad de México dejó de ser un poder autónomo, para convertirse en una oficialía de partes del gobierno. Primero violó la Constitución al regresar ilegalmente 400 millones de pesos de su presupuesto al Poder Ejecutivo. Ahora los morenos quieren sesionar para modificar todo el Presupuesto 2020 de la capital, a fin de soltarle las manos al gobierno y que pueda gastar a manos llenas, so pretexto de la pandemia, y agenciarse una buena clientela política para el año entrante. ¿Para eso querían ser diputados?

Periodista, especializado en política de la CDMX. Editor y columnista

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