Luego de las denuncias por actos anticipados de campaña desde el Zócalo, la jefa de Gobierno vetó la actividad de su secretario particular, Carlos Alberto Ulloa, quien se ha dedicado a repartir despensas, cubrebocas y a hacerla de milusos en colonias de Tlalpan.
No conforme con utilizar recursos públicos para promoverse con vecinos de esa alcaldía, el secretario particular de Claudia Sheinbaum se acompaña de colaboradores que lo filman para difundir los videos de sus acciones en redes sociales.
El funcionario se ocupa de ubicar en video lugar y fecha de sus acciones, y hasta se da el lujo de entrevistar a concejales, diputadas de Morena y hasta vecinos sobre las acciones que —asegura— le instruyó la jefa de Gobierno.
Desde finales de mayo, Ulloa aparece lo mismo en estaciones del Metrobús, que en colonias de Villa Coapa o pueblos de Tlalpan, donde la hace de plomero, de fumigador y de comentarista ante las cámaras, pero siempre destacando quién es y a qué va.
Al ser cuestionada sobre el activismo de su secretario particular, Sheinbaum dijo ayer que se enteró por los videos, y que ya había hablado con él para que deje de encabezar los apoyos a las alcaldías, a fin de evitar malas interpretaciones.
A otro perro con ese hueso, ni modo que el secretario particular de la jefa de Gobierno se mande solo o su patrona no sepa dónde anda. No es un empleado más, sino el que debe estar siempre junto a ella.
Y eso de que apoyaba “a las alcaldías de la CDMX” es un decir, pues sólo se le ha visto en Tlalpan, donde Claudia fue jefa delegacional y está distanciada de la alcaldesa Patricia Aceves, con quien no se traga.
Cuando Sheinbaum llegó al gobierno juró y perjuró que en su administración no habría reparto de despensas o dádivas a cambio de apoyos político; que se acababan esas prácticas.
Pero en los videos que el propio Ulloa estelariza, deja en claro de dónde llegan los apoyos, incluso difunde a líderes vecinales diciendo que están listos para lo que se ofrezca, en clara alusión a las contiendas políticas.
Para nadie es un secreto que el secretario particular aspira a la alcaldía, donde, incluso, dicen, ha sido aviador en diferentes administraciones, y que a lo mejor Claudia no le vería mal, dado el pleitazo que trae con los morenos del lugar.
El asunto es que él solito se puso en la lupa y el INE ya le echó el ojo.
Si su jefa dice que no se trata de ningún acto anticipado de campaña ni de lucrar con despensas a cambio de votos –como se hacía antes-, quiere decir que no se atrevería a proponerlo como candidato el año entrante, pues si no se confirmaría la transa.
O sea, en pocas palabras, con su reconocimiento público a que su secretario particular sí realizó activismo con recursos del gobierno, y que eso estuvo mal, Claudia está vetando a Ulloa para que se anote en 2021 a Tlalpan.
CENTAVITOS
Ya salió el peine de por qué a los morenos no les incomoda que los llamen floreros, por estar sólo de adorno en Donceles. Alguien se acordó que su dirigente en la capital —aunque no lo crean sí hay— se llama Flor Ivonne; será por eso. Si Morena es congruente y en el Senado desapareció las fracciones del PES y el PRD por tener sólo tres legisladores, ¿no debería hacer lo mismo en el Congreso de la CDMX con el PES y el PVEM, que con sólo dos diputados son considerados como fracción con acceso a la Jucopo y a dinero extra? Digo, para ser congruentes.
