La megatransa que sus propios compañeros le atribuyen a Yeidckol Polevnsky, de desviar 395 millones de pesos del presupuesto de Morena a obras fantasma, es casi una calca del caso de Rosario Robles en el PRD, partido que la expulsó en 2004 por malos manejos.
Ambas políticas manejaron millonarios recursos públicos de la mano de empresarios poco escrupulosos. La única diferencia es que Rosario se gastó el dinero en elefantes blancos y en hacer crecer a su partido; Yeidckol sólo se los guardó, según la acusan.
En días recientes, el presidente provisional de Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar, denunció que cuando ejerció como dirigente del partido, Yeidckol pagó por anticipado 395 millones de pesos a dos empresas de Grupo EBOR, sin que los servicios se hayan ejecutado.
Que, además, se pagaron y comprometieron inmuebles por 830 millones de pesos, y la dirigencia actual no ha recibido la documentación completa de todas las transacciones; las empresas son de su amigo Enrique Borbolla García.
A Polevnsky le reclaman la devolución de cerca de 400 millones de pesos, que es una cantidad casi idéntica a lo que apenas en febrero pasado el empresario argentino Carlos Ahumada reclamó al PRD, por préstamos hechos a Rosario en su presidencia partidista.
El caso de Robles es muy conocido y, además de haberse enamorado del empresario, mezcló los negocios con la política cuando era presidenta del sol azteca y buscaba ser candidata presidencial en 2006.
Al quedar en evidencia, luego de los videoescándalos, el partido citó a un consejo extraordinario en marzo de 2004, expulsando a Chayo y a Carlos Ímaz, en ese tiempo esposo de Claudia Sheinbaum y delegado en Tlalpan; años más tarde, su esposa ocuparía la misma posición.
El presidente provisional del PRD, que encabezó el juicio contra Robles, era ni más ni menos que Leonel Cota, hoy importante funcionario en el área de Seguridad Pública en el gobierno de la 4T.
Con ese antecedente, y como, a diferencia de aquel caso, esta vez la acusación viene de las entrañas de Morena, lo lógico es que actúen penalmente contra su aún secretaria general, si quieren honrar su lema de que no permitirán la corrupción.
En estos tiempos en los que se cuenta con tecnología para rastrear el dinero, sería muy fácil para el INE detectar los desvíos… o, en su caso, para Yeidckol, comprobar que todo se hizo conforme a la ley.
Como quiera, a unos cuantos años de haberse constituido como partido y de llegar a la Presidencia de la República, Morena luce hoy como un partido corrompido, básicamente por los que rescató de otros partidos igual de corruptos.
CENTAVITOS
Los seguidores de Morena creyeron que habría un cambio si votaban por los mismos candidatos corruptos que brincaron del PRI, del PAN y del PRD; qué ilusos. Los morenos defienden, en el discurso, la lucha contra la corrupción, mientras que están infestados de corruptos. Por ejemplo, el diputado local por GAM, Nazario Norberto, no ha olvidado sus bien aprendidas mañanas de repartir despensas en su demarcación a cambio de 30 pesos y pedir una copia del INE a los “beneficiarios”. Eso es un delito y las autoridades tienen las pruebas, aunque, al parecer, el legislador cree que sus cómplices del partido lo encubrirán, pues en lugar de preocuparse por los señalamientos, el fin de semana se lanzó de cantante con Los Dandys y el hijo de José José, para festejar su cumpleaños. Eso no es ilegal, sólo inmoral… sobre todo porque dicen que canta espantoso.
