Cuando los economistas hacen pronósticos sobre el futuro de la economía, está de moda
que utilicen letras para que sirvan como un modelo fácil de entender por todos. Cuando
se refieren específicamente a una crisis, utilizan dos letras; la “V” que simboliza una
caída rápida y súbita de la economía, pero un con u punto de inflexión mínimo, que
también representa el inicio de la recuperación. Es decir, una crisis, que llega a su tope
máximo en el fondo y que inicia su recuperación de manera inmediata, y esta también
es rápida y directa.
Lo complicado de verdad, viene cuando nos referimos a la letra “U”, porque esa a
diferencia del ejemplo anterior, es una curva mucho más prolongada en su parte mas
baja, lo que indica que tanto la bajada, como la parte inferior de la curva, y el inicio de
la recuperación, serán mucho más tardadas y evidentemente, con un costo mucho
mayor para todos.
Hace unos días, con motivo de la presentación del Informe Trimestral de Banco de
México, se llevo a cabo una reunión virtual entre algunos integrantes de la Comisión de
Hacienda y Crédito Público de la H. Cámara de Diputados, y el gobernador del Banco de
México, Alejandro Díaz de León, para tratar asuntos relacionados propios de esa
Institución y otros relativos al estado de salud de nuestra economía.
En su turno, el gobernador Díaz de León, explicó que el crecimiento del Producto Interno
Bruto en nuestro país para este año, podría registrar una contracción de 8.8%, con una
recuperación de 4.1% para el 2021. Si analizamos lo rápido que sería la caída y lo
inmediato del incio de la recuperación, la curva económica de la crisis, tendría forma de
V profunda.
Un segundo panorama, contempla una curva de recuperación en forma de U profunda,
donde el PIB registrará una caída que podría llegar a 8.3% este año y una contracción,
de nuevo, en el 2021 de 4 por ciento. Este escenario supone tres años consecutivos con
decrementos en el Producto Interno Bruto.
El tercer escenario tiene forma de V, con una caída de 4.6% este año y un rebote de 4%
para el 2021. Es decir, un escenario parecido al primero, pero con cifras más optimistas.
Y por si eso no fuera lo suficientemente confuso, Jonathan Heath, uno de los integrantes
de mas reciente adherencia a la estructura del Banco de México, sugirió que, incluso
existe la posibilidad de registrar algo parecido a la letra W, es decir, la posibilidad de
que a una recesión, siga otra de magnitud similar.
En lo que existe plena conciencia, es en las cifras relativas a las pérdidas de empleo,
las que podría fluctuar entre 800,000 y 1 millón 400,000 plazas solo en este año. Y
dependiendo del grado de afectación en la economía, se estima desde una cifra negativa
de 200,000 empleos, hasta una positiva de 400,000 plazas.
Lo que es indudable, es que a la fecha, nadie ha sido capaz de generar consensos con su
previsiones, y ya sea U,V o W, el futuro es más incierto que nunca.
