Como escribíamos en fechas anteriores, la pandemia nos ha dejado claro que la dinámica económica siempre e invariablemente nos deja ganadores y perdedores. Bajo ningún escenario económico puede inclinarse esa balanza. Siempre, donde alguien gana, alguien pierde, así funciona el sistema.
A muchos sectores, la pandemia les ha sentado de maravilla. En las bolsas de valores, las firmas de desarrollo tecnológico, y en especial las farmacéuticas involucradas en el desarrollo de las vacunas, han visto como el valor de sus acciones se ha incrementado hasta en un 3,500%, es decir que en lo que va del año, algunas acciones han subido de precio de 4 a 143 dólares, y algunas como Astra Zeneca, sus acciones “solo” aumentaron un 12 por ciento, de 7,607 a 8,8350 libras esterlinas. No podemos ni siquiera imaginar lo que sucederá con las acciones de quien desarrollo de manera
probada la primera vacuna exitosa.
Por otra parte, las empresas de desarrollo tecnológico y logística como Amazon, han aumentado su valor en un 71 por ciento. El cambio de modelo de hacer negocios a través de las compras por internet y la logística que eso implica, frente a un público ávido de cosas para pasar de mejor manera el tiempo en sus casas durante la cuarentena, han provocado esos aumentos espectaculares.
Por otra parte, industrias como las turísticas, las de ventas minoristas, instituciones educativas, servicios financieros, servicios de transporte, restaurantes, espectáculos masivos de todo tipo y toda clase de negocios menores o de venta directa, han sufrido la ausencia de la gente en las calles.
Indirectamente, existen otros sectores beneficiados, como los generadores de energía eléctrica que han aumentado su facturación, debido a que la gente en sus casas consume mas energía de lo habitual. De esa misma forma, las suscripciones a empresas como Netflix, Amazon Prime o Hulu, han aumentado su facturación sin haber tenido necesidad de generar grandes inversiones. El consumo de internet se ha disparado y con ello las acciones de las empresas proveedoras de esos servicios han
hecho su agosto como decimos en nuestro país.
La pandemia permitió también la entrada al mercado de nuevos jugadores productores de cubrebocas, caretas, geles y overoles, que, si bien no todos cubren con los estándares necesarios, si han encontrado acomodo por que sus precios son muy inferiores a los artículos de protección de calidad probada.
¿Cuál es el problema de fondo para nosotros los mexicanos? Que si echamos de nuevo un vistazo a los grandes ganadores, todos ellos, salvo algunas excepciones, son empresas extranjeras, mientras que dentro del grupo de quienes más han perdido, muchas de ellas son mexicanas. El Turismo, que es una de nuestras principales fuentes de ingresos y creadora de miles de empleos directos, ha sufrido pérdidas que será muy difícil que las recuperen, y si no hay turismo, no hay vuelos, ni taxis que transporten turistas, ni paseos en bote, etcétera.
Muy pronto debemos comenzar con la reconversión de nuestro país, invertir en desarrollo tecnológico y enfocar nuestras baterías en nuevos negocios, de lo contrario, estaremos más perdidos aún.
